Casi me lanzo a empezar un nuevo blog con ese tema central pero luego pensé que si apenas tengo tiempo para actualizar este, sería un poco tontería ponerme con otro...Lo que pasa es que eso de escribir cómo me siento, suele relajarme, así que escribí en un documento una serie de "entradas" de un blog no publicado que hoy he decidido que podría compartir por aquí, creando la etiqueta de "opositora en apuros" y así le doy algo más de vidilla a este y reflexiono, o me quejo, sobre el tema de las oposiciones.
La primera "entrada" era del 15-octubre-2013:
<<La vida de un opositor no es fácil. La
gente que no se ha dedicado a ello no suele entenderlo. "Venga,
hombre, si te queda un montón de tiempo". Algunos incluso se
enfadan porque piensan que les estás dando largas para quedar,
cuando en realidad es que necesitas sacar todas las horas posibles
porque son temarios amplios, pocas plazas, jugarte todas las cartas a
un día y "competir" con otras muchas personas que han
pasado por la misma situación.
Si a esto le añadimos trabajar 8 horas
al día y compaginarlo con las tareas de la casa...la situación se
complica. Hay días en los que te resulta imposible sacar tiempo para
el estudio y el único sitio del que puedes sacarlo es de tu vida
social. Atrás quedaron esas tapitas y cervezas en la terraza, esas
salidas nocturnas y posteriores días de resaca...Dicen que el que
algo quiere, algo le cuesta, así que habrá que aceptar el
sacrificio y confiar en que el esfuerzo tenga su recompensa.
Yo estoy en el caso que he descrito.
Opositora para el cuerpo de docentes de enseñanza secundaria,
trabajadora autónoma (con un mínimo de 8 horas al día de lunes a
jueves y 6 horas los viernes; esas son las horas que paso en mi
puesto de trabajo, es evidente que siendo autónoma lo raro es el día
que no me llevo trabajo a casa). Comparto piso con otra opositora -de
lo mismo que yo- y trabajadora. Así que creo que puedo definir mi
situación como: opositora en apuros>>.
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