Estas vacaciones he leído...
Las Valquirias de Paulo Coelho.Ya mencioné en alguna entrada que estaba empezando a leerlo. Para mi gusto, el libro fue de más a menos. No digo que sea un mal libro, ni que no me haya gustado. Es una opinión totalmente subjetiva sobre mis sentimientos al leerlo. El principio me gustó más que el final. Supongo que todo es debido a mi incredulidad sobre algunos temas mágicos, religiosos...Estoy segura de que sin este obstáculo, me hubiera encantado pero me temo que no fui capaz de abrir mi mente lo suficiente y eso ha jugado en mi contra a la hora de "sentir" esta lectura. En realidad, lo que acabo de escribir, no quiere decir que no haya disfrutado con él, lo que pasa es que algunas cosas me han dejado algo sorprendida. Aún así, me gusta el estilo de Paulo Coelho (escritor al que "se lee muy bien") y, si alguien me pregunta, yo recomendaría su lectura, aunque no esté entre mis preferidas de este autor.
De Paulo Coelho he leído otras obras (y tengo intención de leer más), en este orden:
- Veronika decide morir.
- El alquimista.
- La bruja de Portobello.
- Como el río que fluye.
- El vencedor está solo.
- Las Valquirias.
- Veronika decide morir. Me encantó. Desde entonces (hace unos 10 años), se convirtió en uno de mis libros preferidos y eso que, aunque parezca extraño, apenas recuerdo su argumento. Sin embargo, me acuerdo de la situación y la sensación al leer cada una de sus páginas.
Sé que lo leí justo después de Los renglones torcidos de dios, de Torcuato Luca de Tena. Éste si me acuerdo de qué trataba-o eso creo-. Su protagonista era una mujer encerrada en un psiquiátrico y durante toda la novela se dudaba de si realmente estaba loca o todo había sido un complot para encerrarla -que alguien me corrija si me equivoco, cuento lo que el tiempo me deja conservar en mi memoria-. Puede ser loca o cuerda, algo que no sabremos hasta el final y de lo que dudarán los médicos que la tratan y, por supuesto, el lector. Uno de los libros que me marcaron por aquella época.
También sé que gocé con su lectura, que me abrió la puerta a Paulo Coelho y me hizo querer leer más obras suyas, que suspiré al terminarlo y que lo recomendé fervientemente a mis amistades. Pero como para gustos se hicieron los colores (y libros para los lectores), se lo presté a una amiga mía que, al devolvérmelo, me dijo que a ella no le había parecido para tanto. Una vez más, la subjetividad.
- El alquimista. Obra que me gustaría volver a leer. Más que su argumento, me enamoró la sabiduría que desprende. Es un libro lleno de frases que te apetece anotar en tu cuaderno para no olvidarlas jamás. Te anima a bucear en tu interior, a analizar tu leyenda personal, a perseguir tus sueños. Con El alquimista me ocurrió justo lo contrario a lo que me ha pasado con Las Valquirias, no era capaz de empezar a leerlo. Lo empecé a leer un par de veces en las que no pasé de las primeras páginas y volví a dejarlo en la estantería. Hasta que un día, probablemente sin otra lectura a mi alcance más apetecible, decidí que seguiría leyendo un poco más. Y ahí fue cuando me enganchó y me sentí satisfecha por haber tomado la decisión de "leer unas páginas más para ver cómo sigue la historia".
- La bruja de Portobello. Lo dejaremos en un punto intermedio. No me llegó a gustar tanto como los 2 anteriores, pero sí me gustó más que Las Valquirias. Si algo destacaría de este libro, es la forma en que se presenta la historia al lector. No es un narrador que cuente todo el relato, son fragmentos sobre lo que otras personas piensan o lo que a otras personas les ocurrió al encontrarse con la protagonista. Los juegos de perspectivas, la presencia de varios narradores es algo que suele agradar. De todas formas, creo que mi mala memoria me la está jugando ahora mismo y que hubo algo más que me cautivó de esta obra que ahora no consigo recordar.
- Como el río que fluye. Son reflexiones del autor sobre su escritura, sus costumbres...interesante para conocer a la persona que hay más allá de las letras.
- El vencedor está solo. Libro interesante en el que se nos presentan aspectos desagradables que se tapan con el brillo de la fama. Nuevamente lleno de frases que te hacen pensar en la importancia de perseguir y luchar por tus sueños. Las vidas de varios personajes que se ven afectadas por los acontecimientos ocurridos en el festival de Cannes. El narrador salta de un personaje a otro y, poco a poco, iremos atando los cabos que relacionan una historia con las demás.
Hasta aquí la entrada de hoy, que bastante larga me ha quedado, sobre todo si se tiene en cuenta que hoy no se me ocurría nada sobre qué escribir. Mientras me duchaba me vino a la cabeza escribir sobre lo que había leído estas navidades y el resto ha salido solo.
Me falta un último detalle para terminar, estas vacaciones también empecé con Donde siempre es octubre de Espido Freire. Terminé con Las Valquirias y estaba en casa de mis padres, así que busqué algo en sus estanterías que pudiera leer y me decanté por Espido, pero esto ya lo dejamos para otra entrada, que no os quiero aburrir demasiado y, además, no lo he terminado todavía.
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