miércoles, 27 de abril de 2011

ULISES VUELVE A ÍTACA.

Se me pasa la semana sin actualizar el blog, aunque tengo la excusa de haber estado fuera en Semana Santa. Mañana me iré de viaje otra vez, a pasar el puente del 1 de Mayo en Portugal, que además aquí es más largo porque tenemos fiesta también el viernes, así que de nuevo tardaré unos días en actualizar. 

Hoy pensaba poner un poema de León Felipe, del que no he leído casi nada, que tuve que leer en enero o febrero porque formaba parte de una antología de poemas que me dieron en el máster. Y, como me gustó, tenía pensado ponerlo. El poema empieza: 

                               Así es mi vida,
                               piedra
                              como tú. Como tú
                               piedra pequeña;
                               (...)

Pero no me preguntéis por qué, de repente mi cabeza empezó a repetir: "Estás llegando, Ulises, a Ítaca". Cosas inexplicables que a veces ocurren. El poema en cuestión es de Joseba Sarrionandia, autor del que sí que no he leído nada más que este poema (aunque no descarto la idea). En 2º de carrera, en la asignatura Teoría de la Literatura, un compañero y yo tuvimos que compararlo con otro que también hablaba de Ulises y de Ítaca de Constantino Kafavis. El primer verso quedó grabado en mi cabeza, pero no recordaba nada más. Del autor solo sé que no sé nada. Es un escritor vasco que fue encarcelado por pertenecer a ETA. Se fugó de la cárcel y desde entonces no se conoce su paradero. Kortatu, un grupo musical, le dedicó una canción que se llama "Sarri, Sarri". Recuerdo haberla escuchado más de una vez en mi adolescencia, sin saber quién o qué era "Sarri". Me enteré en 2º de carrera. Seguramente haya gente a la que le guste más o a la que le guste menos por sus razones biográficas. Yo prefiero dejar a un lado los temas políticos. Creo que la poesía, una vez escrita, se vuelve en cierto modo independiente. Así que aquí os la dejo.

ULISES VUELVE A ÍTACA

Estás llegando, Ulises, a Ítaca
Y miras con ansia hacia tu casa.
¿Pero sabes acaso qué hallarás?
Yo, Eumeo, te lo diré:
Mira qué regocijo en la que fue tu casa.
¿Quién te ha dicho que te esperan?
Mira los barcos varados en la arena
Y el olor a vino y fritura en las ventanas.
Esto es lo que te espera, vuelto a casa:
La honra del hijodalgo, camisas perfumadas,
Los mismos nombres y voces cada día,
Las tiernas caricias de parientes y allegados,
Ajo, harina de cebada y vino aguado.
Y encanecido el cabello hacerte abuelo
Y morir cuando se borren las líneas de tu mano.
¿Por qué volver a Ítaca, Ulises?
Sólo buitres habitan hace tiempo esta casa,
No es más que punto de encuentro para aves perdidas.
¿Estás agotado? ¿Te place quizá el llanto de las plañideras?
Haz caso, como las aves, al camino que marcan las estrellas
Y a este viejo Eumeo que algo sabe del destino.


La verdad es que, aunque me gusta, no está entre mis poemas preferidos, pero sí lo tenía en la cabeza y me apetecía recordarlo y compartirlo. Puede incluso que con él empiece una serie de poemas acerca de Ulises e Ítaca, porque hay más de un poeta que ha escrito sobre el tema.

                                                                

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