No, no voy a hablar de los controladores aéreos por raro que parezca hablar de otra cosa el día de hoy con un título así en la entrada. Si acaso, los mencionaré de pasada porque ha sido la situación que me ha impulsado a escribir estas líneas.
Yo no tengo ni la menor idea de qué ha generado exactamente este conflicto, por eso no me considero capacitada para valorarlo o juzgarlo. Puedo dar mi opinión, pero no estoy muy segura de que sirva de algo y sí lo estoy de que, por parcial y personal, metería la pata.
Como dije al empezar, no quiero hablar de “esos controladores”. Quiero hablar del control (o manipulación) de la información en los medios de comunicación.
No suelo ver la TV, aunque suene a topicazo. En mi casa el mando a distancia ya tiene un dueño y no soy yo. Pero esta mañana, desayuné en el sofá, tiempo que nos pasamos haciendo zapping. Claro está, la noticia del día solo podía ser una: los controladores aéreos. Los distintos enfoques dependiendo de la cadena eran para llevarse las manos, cuanto menos, a la cabeza: la culpa es de los controladores, la culpa es del gobierno, la culpa es de la oposición, la culpa es de…
Y así con todas y cada una de las noticias, que vuelvo a repetir que no es de los controladores aéreos de lo que estamos hablando, aunque sí es cierto que “gracias” a ellos hay muchas noticias de las que no se habla desde ayer, como “gracias” a otros sucesos (la operación nasal, bucal o pectoral de “Pepita la famosita”, por ejemplo) hay noticias de las que nunca nos llegamos a enterar. Ahora mismo podemos pensar en Wikileaks –asunto que ya está siendo controlado, prohibido y censurado- pero… ¿Cuántas otras noticias se nos ocultarán o llegarán de una forma tan parcial que impida su comprensión? No quiero ni pensarlo.
Los medios de comunicación difunden colectivamente la información, pero no lo hacen de forma objetiva, nos muestran solamente la parte de la realidad que a ellos (o a instancias superiores) les interesa mostrar. Emplean estrategias persuasivas (simplifican el asunto al fragmentarlo, explotan sentimientos, recorren al contagio psíquico eligiendo a las personas que sacan, exageran o minimizan ciertos aspectos…) para orientar nuestra opinión en una u otra dirección.
Es muy sencillo comprobarlo, basta con elegir cualquier noticia de cierto interés un día y analizar su enfoque en varios periódicos, en las cadenas de televisión, en las distintas emisoras de radio y navegar un rato por internet: ¿a quién creemos?
Podemos tener la ilusión de pensar: “Yo tengo mis propias opiniones”, “yo soy dueño de mis pensamientos” y puede que, hablando de un tema en el que seamos expertos – el médico: de medicina; el profesor: de educación; el carnicero: de carne; el pequeño empresario: de las PYMES…- tengamos un elevado porcentaje de probabilidades de estar seguros de que la opinión es “nuestra” pero ¿Ocurre lo mismo con las cosas que no comprendemos a fondo? Está claro que no podemos permitirnos contrastar todos los días toda la información que nos llega. No nos queda más remedio que aceptar la opinión de tal o cual medio y creernos “informados”. Todo esto, evidentemente, dejando a un lado todo aquello sobre lo que ni siquiera se nos informa. La verdad es que el asunto me parece preocupante, aunque, a estas alturas, cualquiera sabe, a lo mejor he sido manipulada para pensar así.
Me gustaría recomendar, después de este rollo que os he soltado y que igual me podía haber ahorrado, la lectura de las 10 Estrategias de Manipulación Mediática señaladas por Noam Chomsky que, al menos en mi opinión, tienen mucho de verdad. Si ponéis el nombre en negrita en Google, lo encontraréis fácilmente, si no te apetece cortar y pegar, puedes probar pinchando el siguiente enlace:
Por último, puede que yo no quiera hablar de los controladores, pero para evitar que alguien que ha llegado a mi blog solamente porque el título de la entrada le hizo pensar que era de lo que se iba a hablar se enfade conmigo, os dejo algunos enlaces que muestran distintos puntos de vista sobre el tema, ya cada uno que escoja la postura que le parezca más apropiada.
Esta muy bien lo que has escrito Jara. Y es que es verdad, no sólo manipulan las noticias, sino que controlan cuando y en qué momento es mejor ser difundidas. También habría bien que fijarse las fechas y el momento en el que ocurre. Todo está encerrado en una enmarañada telaraña imposible de descifrar. Para nosotros, las personas que poco sabemos de publicidad y de periodismo, pero bien queremos enterarnos de lo que ocurre en el mundo, y en nuestro país; lo tenemos bastante difícil.
ResponderEliminarPor cierto, muy ingeniosa tu etiqueta.
Te sigo. Me gusta cómo escribes y lo que dices. Desde un primer momento has dejado clara tu opinión. Y si quieres saberlo como detalle, no, no he llegado a esta página por los controladores, sino porque he buscado directamente en Google: "manipulan las noticias". Así que felicidades, creo que has conseguido tu propósito.
Saludos de una oscense.
Muchas gracias por tus palabras, Manuela.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, la manipulación afecta a todo, a los temas tratados, a la forma de tratarlos y al momento en que se tratan.
Por cierto, me he pasado por tu blog y no será la última vez que lo haga.
Un saludo para ti también.