La semana pasada le toco el turno al poema de Lope de Vega que me ayudó a encontrar un nombre para mi blog, http://bloguetoderepente.blogspot.com/2010/12/un-poema-la-semana_08.html.
Más de 3 siglos después, en 1939, Baldomero Fernández Moreno, escribe otro soneto en el que explica cómo se sintió la tal Violante al escuchar el soneto de Lope.
Cólera de Violante
Cuando Violante vio que en un segundo
Lope de Vega terminó el soneto,
miró al maestro, que sonrió, discreto,
y su pecho quedó meditabundo.
Lope de Vega terminó el soneto,
miró al maestro, que sonrió, discreto,
y su pecho quedó meditabundo.
El pecho de Violante, un breve mundo
por un tajo partido en dos, direto,
casi escapó del regalado peto,
elástico como era y furibundo.
por un tajo partido en dos, direto,
casi escapó del regalado peto,
elástico como era y furibundo.
Porque ella no quería la acrobacia
de que dio muestras el de la perilla
y la guedeja montañesa y lacia.
de que dio muestras el de la perilla
y la guedeja montañesa y lacia.
Ella soñó el soneto maravilla,
el que hiciera inmortal toda su gracia
de ricahembra y marisabidilla.
el que hiciera inmortal toda su gracia
de ricahembra y marisabidilla.
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